sábado, 19 de noviembre de 2011

Educación Popular, en todos los ámbitos de la vida

El paso por la Secundaria de LEP, en la modalidad del Plan FinEs 2, se transforma en una experiencia subjetivante que involucra todos los ámbitos de la vida de cada uno de los que participamos allí.
Fabiana, María, Marisa, Paula, Susana y Wilma (como plantel estable y voluntarias desde siempre de LEP) se juntan todas las tardes, dos o tres horas a repasar, estudiar, completar carpetas y, especialmente, a ayudarse unas a otras en esta tarea que se han encomendado; educarse en Secundaria.
Los hijos, sostén de un proyecto de vida
Educarse y educar, tanto a sus docentes por el esfuerzo que hacen, como a sus hijos que las acompañan y las alientan, dibujando o completando sus tareas de la escuela.  Aquí se da la máxima de la educación popular donde todos enseñan y aprenden, una experiencia que se filtra hasta las fibras más sensibles de la realidad de cada uno.
Ellas están ahí, van todos los días, dan ejemplo de compromiso y se ofrecen a todos los demás...
Aprender, enseñar y volver a aprender, ¡qué dialéctica tan linda!


domingo, 6 de noviembre de 2011

La Yerba Mate
(para Erlinda)

La luna se moría de ganas de pisar la tierra.  Quería probar las frutas y bañarse en algún río.
Gracias a las nubes, pudo bajar.  Desde la puesta del sol hasta el alba, las nubes cubrieron el cielo para que nadie advirtiera que la luna faltaba.
Fue una maravilla la noche en la tierra.  La luna paseó por la selva del alto Paraná, conoció misteriosos aromas y sabores y nadó largamente en el río.  Un viejo labrador la salvó dos veces.  Cuando el jaguar iba a clavar sus dientes en el cuello de la luna, el viejo degolló a la fiera con su cuchillo; y cuando la luna tuvo hambre, la llevó a su casa.  "Te ofrecemos nuestra pobreza", dijo la mujer del labrador, y le dio unas tortillas de maíz.
A la noche siguiente, desde el cielo, la luna se asomó a la casa de sus amigos.  El viejo labrador había construido su choza en un claro de la selva, muy lejos de las aldeas.  Allí vivía, como en un exilio, con su mujer y su hija.
La luna descubrió que en aquella casa no quedaba nada que comer.  Para ella habían sido las últimas tortillas de maíz.  Entonces iluminó el lugar con la mejor de sus luces y pidió a las nubes que dejasen caer, alrededor de la choza, una llovizna muy especial.
Al amanecer, en esa tierra habían brotado unos árboles desconocidos.  Entre el verde oscuro de las hojas, asomaban las flores blancas.  
Jamás murió la hija del viejo labrador.  Ella es la dueña de la yerba mate y anda por el mundo ofreciéndola a los demás.  La yerba mate despierta a los dormidos, corrige a los haraganes y hace hermanas a las gentes que no se conocen.

Eduardo Galeano -  Memoria del Fuego 1.  Los Nacimientos

Un gaucho toma mate bajo el cartel de "Bienvenidos"
Hace un tiempo, cuando trabajábamos acerca de los guaraníes, su cultura, legado, relación con los jesuitas y demás, leímos esta leyenda que nos trae Galeano a la memoria, una memoria que está bien viva para valorar nuestras costumbres populares; como tomar mate, siempre invitando a los compañeros, el mate nos junta y nos mantiene juntos, despiertos, compartiendo el estudio y el crecimiento, en LEP siempre hay un termo y un mate para compartir.
Leímos, a Erlinda le encantó la leyenda; te dedicamos este espacio para vos Erlinda, con todo el corazón...